Director de la Sección Técnica de Atención Primaria a la Salud
Médico Cirujano y Partero por la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Especialista en Epidemiología por la Universidad Nacional Autónoma de México; sede Dirección General de Epidemiología. Miembro de la cohorte 2019 del Programa de Epidemiología para Gestores Basado en Internet de la Bloomberg School of Public Health, Johns Hopkins University. Cuenta además con cursos y seminarios en Seguridad Nacional y Regional de América del Norte, diplomados en Gestión Estratégica de Hospitales, así como en Evaluación de Políticas y Programas Públicos.
Del 2017 al 2020 se desempeñó como Subdirector de Sistemas Especiales de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades no Transmisibles en la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
Desde enero de 2021, se desempeña como Jefe de División de Vinculación y Seguimiento Clínico en el Hospital Juárez de México, área encargada de análisis de procesos, evaluación del desempeño institucional, manuales de organización y procedimientos, así como de estadística hospitalaria.
Docente de pregrado y posgrado de Epidemiología, Salud Pública, Regulación Sanitaria y Gestión de riesgos en diferentes sedes académicas, como la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional y en la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
La Atención Primaria a la Salud (APS) es un componente esencial de cualquier sistema sanitario; toda vez que fundamenta su funcionamiento en la atención médica de primer nivel; es decir, en la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud.
El término de APS fue acuñado a finales de la década de los setenta, cuando en la conferencia de salud Alma-Ata; organizada en 1978 conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se definió como la “asistencia sanitaria esencial, basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad, mediante su plena participación, y a un coste que la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación”.
La APS contempla una visión amplia e inclusiva, equitativa, justa y efectiva para mejorar las condiciones de salud física y mental de los individuos y las comunidades, garantizando así el bienestar social.
Para que las intervenciones diseñadas en los modelos de APS sean exitosos, deben comprenderse desde diferentes perspectivas; tales como: